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Los prejuicios más comunes en la creación de marcas

Durante mi ejercicio como diseñador grafico y consultor de marca me he percatado que existen (entre mis colegas locales y al parecer internacionales) al menos tres prejuicios* muy marcados al momento de desarrollar y diseñar marcas o signos de identidad. Estos prejuicios son los siguientes:

El signo como función publicitaria.
Mito: se concibe al signo identificador con una responsabilidad persuasiva y generadora de ventas por lo que el signo debe asociarse con el “target”. Un ejemplo muy común es ver logotipos de pediatras u odontólogos pediátricos, con graficas y colores infantiles, como si estos recursos fueran a atraer a los niños.

La realidad es que el signo tiene una cualidad persuasiva que favorece su aceptación, pero esta se limita solo a corroborar los atributos estratégicos de la organización.  Si este mito fuera real entonces el logo de mattel debería estar echo con letras infantiles.

El signo como identificador y alusión de la actividad económica
Mito: el signo de identidad debe hacer alusión directa y explicita a la actividad económica que ejerce la empresa, pues esta constituye parte primordial de la identidad de la misma. Ejemplo de esto es el sin fin de logotipos de abogados acompañados con un icono de balanza o un pictograma de un búho, en el mismo caso el de dentistas, con iconos de dientes en su identificador marcario.
La realidad es que este es un método de identificación ingenua, arcaica y primitivo, cuya popularidad era resultado del analfabetismo de la población.

El signo expresa los valores de la empresa
Mito: el signo es bueno cuando explica de manera clara y explicita los valores y atributos de la empresa que identifica.
Es errado confundir signos de identificación con los medios para comunicar dichos atributos, ¿Cómo podríamos comunicar profesionalismo en un signo? ¿Cómo podríamos comunicar objetivamente responsabilidad social, vanguardia, inclusividad en un signo?

Estos mitos son los más comunes, el que sigan existiendo solo evidencia la falta de preparación y de conocimiento de muchos “profesionistas” en el sector. Es por eso que antes de comisionar el diseño de una identidad corporativa revisa el portafolio del estudio, agencia o diseñador que la llevara a cabo, para verificar que no esta cayendo en estos prejuicios y perpetuando estos nocivos mitos.

*Para evitar caer en difamación o mal uso de identidades graficas, me he limitado a ejemplificar los mitos solo con palabras y no con imágenes.